Con el ánimo de acojonarnos o de vendernos alguna burra en forma de película o libro, se dice que las profecías mayas auguraron el fin del planeta para el diciembre pasado. Sin embargo estamos ya a finales de enero y, de momento, no hemos sido atacados por ningún ejército extraterrestre, ni hemos sido víctimas de alguna carambola interplanetaria. Pues qué bien.