Sin embargo su breve intervención -20 minutos- fue tan contundente que pronto me quedó muy claro que era lo más valioso que me iba a llevar del congreso. Sin duda alguna.
Sin embargo su breve intervención -20 minutos- fue tan contundente que pronto me quedó muy claro que era lo más valioso que me iba a llevar del congreso. Sin duda alguna.
No recuerdo cuántos Gin Tonics tuvieron que pasar después de la entrada hasta que sentí que, de repente, estaba recolectando naranjas, todas ellas exquisitas y en su perfecto punto de madurez: Salustianas, Clemenules, Washintonas…
En esa sala nos subimos todos juntos a la máquina del tiempo que, para comenzar, nos llevó a otros tiempos en los que la magia se vivía de otra manera, de grandes espectáculos con figuras míticas que desafiaban las leyes de una ciencia y tecnología cada vez más populares
Lo primero que me recordó fue las dos primeras palabras que me dijo cuando nos conocimos: «hola, cabrón»… Se trataba de una broma de Valen que le dijo que ese era mi nombre pero, como es de suponer, a mí me dejó sin habla
Sea como sea, el caso es que, tras saludoar a Elvis Presley, me di cuenta de que había ida a parar cerca del Harrah’s Casino por lo que se me ocurrió comenzar viendo el espectáculo de Mc King