UNO: DE CUANDO ME TOCARON LAS PELOTAS EN EL CAFÉ DE LAS 9
Anunciaron que magos como Nuel Galán, G. Alexander, Mag Marín, y otros más, participarían en un programa concurso en la Uno. También que, como miembros del jurado, estarían Anthony Blake, Miguel Ángel Gea, Inés La Maga, que tendríamos a profesores como Luis Pardo y, como presentador, a Mag Lari. Que el programa se iba a llamar Pura Magia, qué menos que pura magia cabe esperar con todo este espléndido elenco de artistas.
Un par de semanas después, tras el estreno de Pura Magia, en el café de las 9 de la mañana mis colegas de curro contaron que un mago le robó la varita a otro, que si tal maga es una arpía, que si Blake se enfada mucho, que si las tetas, que si los bailarines, que si un gay. ¿Pero qué me estáis contando?, les dije no dando crédito a lo que escuchaba.
Lo habitual cuando eres mago, como ha ocurrido en otros programas de magia, es que al día siguiente te asalten contándote cosas como que es imposible que una carta atraviese el cristal de un escaparate, que desaparezca la estatua de la Libertad, que anden sobre el agua y cosas del estilo, es decir, que te hablen de magia. No vi el programa, no tengo televisor y a esas horas acostumbro a beber cerveza en el Negrito. Pensé:
¿Por qué cojones no hablan de magia después de ver Pura Magia?
Mis sospechas se centraron en que a mis colegas les gusta tocarme un poco las pelotas en el café de la mañana -igual que a mí a ellos- pero, para salir de dudas, me hice el firme propósito de no perderme el próximo programa. Hasta entonces, se me ocurrió llevar a cabo una pequeña investigación.
Objetivo: saber de qué va Pura Magia.
DOS: EL TRAMPANTOJO DE LA MANDARINA
Antes de seguir con la investigación, hagamos un alto en el camino, observa la fotografía, se trata de una mandarina.
Tiene un aspecto increíble, qué frescura, parece recién cogida de un naranjo de mi pueblo en plena temporada. Sin embargo, tiene truco, es una ilusión. Si la probaras te darías cuenta de que está muy lejos de ser una mandarina, son higaditos de pollo con foie grass, una creación del cocinero Helsom Blumental (3 estrellas Michelin). Esta ilusión se conoce como un trampantojo -“trampa o ilusión con que se engaña a alguien haciéndole ver lo que no es” (RAE)-, en este caso un trampantojo gastronómico.
Volvamos a la investigación de Pura Magia.
TRES: LOS PREPARATIVOS PARA LA PEQUEÑA INVESTIGACIÓN
Quería saber la opinión de la audiencia genérica a la que va destinado el programa, no solo la de los magos, escuchar sus impresiones para conocer si dentro de Pura Magia había magia o si nos íbamos a encontrar con alguna especie de “higaditos de pollo y foie grass”.
Para ello opté por Twitter, donde cualquiera que esté viendo o haya visto el programa puede entrar y manifestarse. Me tomé una larga y soporífera tarde analizando y clasificando tweets -con el hashtag #PuraMagia- en función de su contenido. Estos son los apartados en los que, con paciencia, fui clasificando un total de 350 tweets:
APARTADO 1. Tweets de MAGIA: hablan de Magia o de magos ejerciendo como tales. Son aquellos en los que el telespectador opina sobre el efecto, si le ha gustado o si no le ha gustado, si le ha emocionado o ha flipado, etc. Son aquellos que se refieren únicamente a la magia que aparece o a los magos cuando hacen magia y no otras cosas. Ejemplo:
El implacable ojo de la cámara… y @nuelgalan sale airoso del duelo con sus cd’s. Como me gusta ver esa magia. #PuraMagia
— Juanma González (@Jrjuanma) 18 de julio de 2017
APARTADO 2. Tweets sobre EL JURADO: aquellos que se refieren a la labor o actitud del jurado en general o de alguno de sus miembros en particular. Ejemplo:
@the_Mystifier se le ha llenado la boca al risto mejide de @puramagiatve cuando ha dicho tu nombre ! #PuraMagia no puedo con blake
— daniel rodriguez (@Dan02Daniel) 1 de agosto de 2017
APARTADO 3. Tweets de MORBO Y CHISMES varios respecto a los concursantes: se refieren a los concursantes pero no tienen nada que ver con la magia. Ejemplo:
El que está saliendo ahora en #PuraMagia es bastante mono
— ㅤcaronte’s whoreㅤ (@sumurruchu) 25 de julio de 2017
APARTADO 4. Tweets con CRÍTICAS POSITIVAS al programa. Ejemplo:
Pues me ha gustado #PuraMagia, Mag Lari parece que lleva toda la vida presentándolo, y Anthony Blake, que de mago no me va, de juez un crack
— Lokodatar Kobra (@Lokodatar_Kobra) 11 de julio de 2017
APARTADO 5. Tweets con CRÍTICAS NEGATIVAS al programa. Ejemplo:
Veo el hashtag #PuraMagia y pienso «anda, algo bonito» y resulta que es otro mierda programa de tve. Me quitáis la ilusión ? — ~aBi~ waterflai アビ (@Freak_Librarian) 11 de julio de 2017
APARTADO 6. Tweets acerca de la REALIZACIÓN TÉCNICA del programa (no de la técnica de los magos). Ejemplo:
#PuraMagia dos mío de mi vida, q realización más mala, se ven las cartas camufladas en la mesa…
— Céssart.es (@Cessar_es) 25 de julio de 2017
APARTADO 7. Tweets sobre OTRAS CUESTIONES no relacionadas con la magia aunque surjan dentro del contexto mágico. Ejemplo:
Dejad ya de joder a los animales, coño!! #PuraMagia — Ladyblue (@marlemblue) 1 de agosto de 2017
CUATRO: DOS HORCHATAS Y TRES FARTÓNS DESPUÉS, LOS RESULTADOS
Unas cuatro horas, dos horchatas de chufa y tres fartóns después, ya tenía los 350 tweets clasificados en una hoja de cálculo. Estos son los resultados:
Para que lo puedas ver de una forma más directa, esto es lo que hay del ingrediente «Magia» dentro de la receta de Pura Magia:
El resultado sorprende, sin haber visto todavía el programa, indica que estamos ante un nuevo trampantojo. Un trampantojo no quiere decir que sea algo malo, ni mucho menos, pero creemos que va de magia y, por lo que nos cuenta la audiencia genérica que lo ha probado, va de otra cosa, la magia es lo de menos. Después de este ejercicio de investigación necesito ver el programa para llegar a mis propias conclusiones independientemente de lo que nos digan los datos. Así que, en cuanto lo haga, vuelvo de nuevo contigo y remato el artículo con mi opinión personal. Faltan cinco días para la próxima edición.
CINCO: CINCO DÍAS DESPUÉS, YA HE VISTO EL PROGRAMA ¿Recuerdas la escena de la lapidación en la película de La Vida de Brian? me ha venido a la cabeza después de escuchar a Anthony Blake en el JURADO de Pura Magia y de ver cómo reacciona la gente lanzándole piedras afiladas en forma de tweets. Parece que las personas sentimos un inmenso disfrute al dar caña y que, en televisión, poner a huevo de la audiencia un personaje para que la gente se ensañe con él a discreción es un buen recurso para subir los índices de audiencia.
Yo, lo confieso, estoy de acuerdo con la mayoría de los comentarios de Anthony Blake, su autoridad en la materia es indiscutible, está avalada por muchos lustros de estudio, trabajo, experiencia y éxito sobre los escenarios. Le ha tocado el rol de «malo» de la película y, por los resultados, lo está bordando, entre otras cosas porque las verdades duelen, sobre todo si te las cuentan de forma sutilmente descarnada. La ira, pues, está servida, los telespectadores de Pura Magia ya tienen un medio en el que disipar su adrenalina a placer.
#PuraMagia Blake es un borde del copón. Se cree Risto Mejide? — Elena11405 (@11405Elena) 1 de agosto de 2017
Es un lujo escuchar los comentarios de Miguel Ángel Gea, además de ser uno de los mejores ilusionistas del mundo, es Mago hasta la médula, pocos como él conocen los secretos insondables de la magia. Así que su opinión va a misa, una lección de magia para cualquier mago que le esté escuchando.
Inés la Maga nos ofrece una visión muy interesante respaldada por años de profesionalidad y buen hacer mágico. Su estilo dentro del programa, más fresco que el de Blake o Gea, aporta un contrapunto que hace que el jurado en conjunto resulte más entretenido.
Es importante señalar que la capacidad de expresión de los miembros del jurado está capada por su condición de fieles defensores de la magia y de sus principios elementales. Tienen que opinar de lo que ven sin destripar los secretos y técnicas, las mantienen ocultas a ojos del profano viéndose obligados a recurrir a expresiones como. «…y tú sabes de lo que te estoy hablando». Los magos lo saben pero los profanos, que son el 99% de la audiencia genérica, no tienen ni pajolera idea, quedan excluidos de este diálogo con su correspondiente pérdida de atención.
¿Imaginas que al jurado de Masterchef le prohibieran decir que los concursantes se han pasado con la sal o con la pimienta?, ¿en qué argumentos se apoyarían? Pues aquí ocurre algo parecido.
Por cierto, hay otro miembro del jurado que se llama Poty, no lo conozco de nada y no puedo opinar de él ya que no lo vi en el programa ese día. Solo sé que no es mago.
La manera con la que el programa favorece la SENSIBLERÍA frente a la magia es descarada. En su intervención a lo largo del programa Nuel Galán, excelente ilusionista independientemente de lo que ocurra en Pura Magia, ejecutó un efecto de cartas que dedicó a su hijo. Nadie se enteró del efecto debido a una pésima realización técnica (del programa, no del mago) pero, por el contrario, el programa se preocupó por mostrarnos muy bien el lado del «padre afligido por no poder dedicar más tiempo a su hijo». El programa resaltó este aspecto en las entrevistas al artista y cuidó al máximo -en este caso sí- la parte técnica para que la imagen de su hijo pudiera verse perfectamente en un gigantesco pantallón. Se olvidaron de la magia y primaron el efecto lagrimita, incluso el mago fue «inmunizado» frente a nominaciones para el siguiente programa.
Cuando la elección es entre magia y sensiblería, no hay dudas, al programa la magia se la refanfinfla. Que nadie se extrañe por esto, hasta en las producciones más taquilleras de Hollywood se echa mano sin piedad del recurso lacrimógeno, no se lo piensan ni siquiera en las películas de acción protagonizadas por héroes súper machotes. Véase, si no, a todo un Rambo descompuesto por no encontrar a sus amigos.
Con respecto a los CONCURSANTES, salta a la vista un desequilibrio de nivel, algo similar a la liga de fútbol española donde el Real Madrid, el Barcelona, y últimamente el Atlético de Madrid, juegan una liga y el resto otra. En Pura Magia Nuel Galán, G. Alexander y Mag Marín están en otro nivel, sería un escándalo que no ganara el concurso cualquiera de ellos. Los tres ya hace mucho que se «graduaron» y están en otra liga, me sorprende incluso verlos por esta «academia» pendientes de que no les quiten una ridícula varita mágica.
Todos los concursantes, en general, asumen su papel dignamente. Con la pasión y las ganas que se les ve, no tengo ninguna duda de que, si se lo proponen, llegarán también algún día a las «posiciones altas de la tabla». Ello será solo gracias a su esfuerzo a lo largo de mucho tiempo y no a su participación en un programa trampantojo. Por mucho talento que se tenga, no conozco a ningún buen mago que no se lo haya currado como un cabrón, no existen los atajos en el Arte de la Magia.
De todas formas, si dejamos de lado la perspectiva del mago y volvemos a la realidad, la mayoría de los concursantes han sido rigurosamente seleccionados atendiendo a criterios no mágicos. La selección busca encontrar personajes que, dentro de su condición de mago, puedan dar juego a través de distintas fórmulas con las que el programa provoca conflictos, discusiones, lágrimas, y morbo en general. No olvidemos que el productor ejecutivo de este programa, Javier Cárdenas, se hizo famoso gracias su habilidad para exprimir a personajes raros o frikis. Él sabe mejor que nadie el juego que pueden dar. ¿Os acordáis de Carlos Jesús? basta una muestra.
RESUMIENDO. Curiosamente, tras ver el programa he llegado exactamente a la misma conclusión que analizando los tweets antes de haberlo visto. El programa, en principio de Magia, «sabe» a otra cosa bien distinta, sabe a morbo, a conflictos interpersonales, a polémica, a sensiblería barata, etcétera.
Nos hallamos ante un TRAMPANTOJO en el que el morbo y demás ingredientes utilizan a la magia como imagen y contexto, de la misma forma que los higaditos de pollo utilizaron a la mandarina en la creación de Blumental. Te puede gustar o no, eso depende de si te gusta el morbo y los higaditos porque, sobre gustos, no hay nada escrito.
A pesar de ello, por suerte para los ilusionistas, el jurado del programa, Mag Lari, y Luis Pardo mantienen el Arte de la Magia en una posición digna en todo momento. Estoy seguro de que, ni aunque los lapiden a todos, van a venderse para que no sea así. Un aplauso para ellos.
He encontrado ingredientes mágicos exquisitos dentro de este trampantojo, un 16,6% para ser exactos, pero para saborearlos, he tenido que tragar demasiada mierda. Así que, de momento, paso de comprarme un televisor y, el próximo martes a las 22:40, seguiré tomando cervezas en el Negrito, si estás por Valencia me lo dices y nos hacemos unas magias.
¡Maldita televisión!
Pepe Monfort