Malditos Magos

Me levanto con un leve dolor de cabeza y recuerdo que ayer hizo un calor en Madrid que me recordó al Caribe. Quise hacer algo de turismo con Paquito pero sin darnos cuenta ya estábamos en Magia Madrid con Manolo Cuesta. Manolo nos llevó a tomar unos mojitos y pensé que, por lo visto, él también tenía la sensación de estar en el Caribe. «Grande Manolo» con quien ninguna conversación tiene desperdicio. Ni siquiera las damas que siempre aparecen cuando uno se toma un mojito lograron descentrarnos.

Manolo Cuesta y Paco Usedo en Magia Madrid

Por la tarde asistimos al espectáculo de Mortimer en el teatro Alcázar. Me habían contado cosas pero el espectáculo superó mis expectativas: poesía, emoción, magia, música y, sobre todo, emoción. Este hombre es un artista como la copa de un pino. Si estás en Madrid, no te lo pierdas.

Estuvimos cenando con el mago Karim, que acaba de obtener el codiciado Primer Premio del Circuito Café Teatro en Valencia. Excelente cena que, mágicamente, nos llevó de nuevo al Caribe pero esta vez de verdad aunque sin playa, eso sí, con incontables damas inquietas moviéndose cual culebras al Sol.

Tras ver este vídeo comienzo a entender el verdadero origen de este leve dolor de cabeza. Me voy a por un café.

Ayer tarde, dentro de las actividades de Madrid Mágico 2011, Juan Tamariz nos regaló una extraordinaria conferencia alrededor de la literatura mágica haciendo un recorrido que comenzó hacia el siglo XVI en Francia para llegar a los libros de magia actuales. Estaba orientada a magos y profanos y el salón de la Biblioteca Nacional se llenó hasta la bandera.

Obtuvo un éxito clamoroso y la gente menos introducida en el arte de la magia quedó sorprendida por la profundidad y multitud de aspectos que han sido tradados por los ilusionistas en los atractivos libros de los que habló y que nos mostró.

Ilustró la conferencia haciéndonos varios efectos entre los que cabe destacar una imposible trasposición de carta firmada que viaja a una página seleccionada de un libro que sostiene una espectadora y la página que viaja a la baraja. El grito de la espectadora cuando abrió el libro y le saltó encima la carta firmada fue memorable. Seguir leyendo

He pasado un rato encerrado en la biblioteca de La Cuchara Mágica donde, sobre una mesa, tenemos los libros que quedaron de May Royer (ver entradas Top Magicians,  Medalla de Oro y «fin de una época») y un poco más allá, sobre un tablero, aparatos y otros juegos de magia con los que años atrás Manolo recorría todos los rincones de España.

También está el carrito donde lo transportaba todo de un pueblo a otro. Estoy tan seguro de que el fantasma de May Royer está entre estas cuatro paredes que, mientras leo algún libro, voy a conectar la grabadora del móvil por si quiere comunicarse conmigo. Hoy en día es fácil hacer una psicofonía, el mp3 no tiene tanto glamour como las cintas magnéticas pero está más a mano.

Algunas de las citas en el libro "Fantasías Mágicas"

Hoy ha tocado darle un vistazo al libro «Fantasías Mágicas» de Rasid. Me quedo en las primeras páginas leyendo una colección de citas interesantes relativas al Arte de la Magia. Son estas: Seguir leyendo

Latino en el concierto de ayer

Ayer noche estuve en el concierto de jazz del Jimmy Glass. Jocelyn Medina, una vocalista neoyorquina cantó como los ángeles, pero lo que me lleva a este artículo es la estrella invitada: Francisco Blanco «Latino», el director musical de la gala Ilusiones en Concierto en el Congreso Mágico Nacional (CMN) de Valencia. Fueron muchas horas con él y con Jorge gracias a las que nos ha quedado una excelente amistad. Curiosamente, cuando lo escuchaba no recordé el congreso nacional de Valencia, recordé el CMN de Jaca en el 78, el primero al que asistí y, después, pensé en el CMN de Madrid que tenemos a la vuelta de la esquina.

En junio del 78 yo era un imberbe cuando me desplacé desde Pedreguer a Barcelona en el camión cargado de fruta de Antonio Pineda, un amigo de mi padre. En Barcelona me metí en el autobús que nos  llevó a Jaca. En él viajaba Toni Cachadiña, Ricardo Marré, Alfonso Moliné, el mago Perico, y muchos más a los que nunca olvidaré. Durante el viaje, Alfonso Moliné me contó que había escrito un libro, abrió un paquete marrón claro atado con unos cordeles y sacó uno: «¡ESTO ES MAGIA!». Se lo compré allí mismo. Hoy sigue siendo uno de mis libros favoritos. Lo conservo como un tesoro con su dedicatoria.

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