En la foto, una auténtica gaviota natural de Blackpool. (Foto de Ed O’Keefe: www.edwud.com)
En una primera intentona, traté de exponer mis impresiones del mundial de Blackpool 2012 siguiendo un orden cronológico. Pronto me di cuenta de que, haciéndolo así, no podía darle al artículo la estructura emocional que nos gusta a los magos dejando lo mejor, el climax, para el final. Fijaros en el lamentable climax que me hubiera quedado si lo llego a hacer de esa manera:
“Llegamos a la recta final del congreso mundial de magia con la esperada ceremonia de clausura. En ella una pareja de supuestos magos, sin ningún tipo de gracia, no paran de destrozar efectos, uno tras otro, sobre el escenario. Al salir de una caja en la que todavía no he llegado a entender lo que ocurrió, uno de ellos la vuelca accidentalemente y casi se rompe los dientes. Hubo suerte, no le pasó nada, ni a la caja ni a él. Pitos y abucheos a lo largo de su actuación; esto es un escándalo.
Acto seguido, un anciano sale a escena demostrando su habilidad para hacer malabares al tiempo que cuenta chistes en inglés. Por su edad, sorprende que no se le caiga nada. Fue el único que levantó un poco los ánimos por lo entrañable de su actuación.
Minutos después el público, indignado y aburrido, comenzó a abandonar el teatro antes de acabar la función. ¡Venir al mundial para esto!, fue la frase más escuchada en los pasillos adyacentes al teatro. Yo casi me duermo y no lo pude resistir, me salí a tomar una cerveza y no volví a entrar, ¿entrar para qué?”
Más o menos así acabó el congreso pero, siendo fiel a la realidad, no es esa la impresión que me quedó. Una síntesis general podría ser la siguiente: las galas de esta edición de la FISM fueron flojas, defraudaron. La feria estuvo bien, con muchos stands y variados (¡vaya contraste con el todo a 100 de China!) pero, si hay algo que hizo que venir a este congreso valiera mucho la pena, fueron los concursantes, el nivel fue extraordinario. Gracias a todos ellos pues, a pesar de que les costó pagar como a un congresista más, han salvado este congreso y nos vamos a casa con un exquisito sabor a Magia… ¡chapó concursantes!
Sirva como ejemplo del excelente nivel del concurso el artista francés Yann Frisch, Gran Premio en Magia de Cerca, . Aquí tenéis una actuación suya en el programa de TV Le Plus Grand Cabaret du Monde:
La gala del lunes: The Late, Late Gala Show
La primera gala la presentó Mike Caveney, se tituló “The Late, Late Gala Show”, algo así como la gala nocturna. Por el nombre yo pensé que daría comienzo a las tres de la mañana, igual que cuando montábamos La Magia en el Catre en las 24 Horas del CIVAC. También se me ocurrió pensar que sería una gala transgresora, con números provocativos, etc. Nada de eso. La gala comenzó tempranito, a las 20:00 horas, y fue bastante sosa. Me queda de esa gala la magia de Topas que, como hizo ya en la FISM de China, dio brillo al espectáculo con sus excelentes y originales efectos magistralmente llevados a escena. También lo pasé bien con el húngaro Soma y con Tina Lenert, a pesar de haber visto muchas veces sus números. La ovación de la gala se la llevó el malabarista francés Compagnie Poc, un artista espectacular. Un buen momento para decir que siempre se me dispara alguna alarma cuando la ovación, en una gala de magia, se la lleva un malabarista. Me dejo algún artista más pero no creo que valga la pena comentarlo.
Como podéis observar, esta gala contó con buenos ingredientes pero no saltó la chispa. En mi opinión, no saltó porque no estaba bien diseñada si es que en realidad alguien se había ocupado de hacerlo o había pensado en ello.
Total que, acabada la gala, salimos a la calle cada uno a su bola. Al final, casi todos acabábamos en el Ruskin donde nos hinchábamos de cerveza hasta las tres o cuatro de la madrugada. Seguir leyendo